
Este año se cumplen diez años de acción en el marco de la Iniciativa sobre los Usos Pacíficos (PUI). Esa Iniciativa, de gran alcance y repercusión, nos ha permitido ampliar nuestros horizontes para apoyar a los Estados Miembros en desarrollo y hacer frente a algunos de los desafíos mundiales más apremiantes y, en ocasiones, menos esperados. Desde el apoyo a los programas de control del cáncer hasta el aumento de la seguridad alimentaria y la mejora de la seguridad nuclear, los proyectos realizados en el marco de la PUI han sido fundamentales para incrementar la contribución del uso pacífico de la ciencia y la tecnología nucleares al desarrollo.
En esta edición del Boletín del OIEA queda demostrado cómo la PUI ha hecho posible sacar a la luz las diversas capacidades del OIEA y nuestros asociados.
Acelerar y ampliar la “contribución de la energía atómica a la paz, la salud y la prosperidad en el mundo entero” es un objetivo estatutario del OIEA. La Iniciativa sobre los Usos Pacíficos (PUI) trabaja para hacer realidad esa meta, y ha demostrado su eficacia en la tarea de movilizar contribuciones extrapresupuestarias para las aplicaciones pacíficas de la tecnología nuclear.
El virus responsable de la COVID-19, originado en animales, se manifestó en los seres humanos a fines de 2019 y revolucionó el mundo tal como lo conocíamos. Si bien es la primera enfermedad en más de un siglo que paraliza la vida cotidiana y la economía de todo el mundo, no es la primera que se transmite de los animales a los seres humanos.
Los mosquitos se cuentan entre los enemigos más mortíferos de la humanidad debido a su capacidad de transmisión de enfermedades como la malaria y el zika, que pueden causar devastación a nivel mundial.
A nivel mundial, una de cada seis muertes se debe al cáncer. Muchos países están recurriendo al OIEA en busca de equipo, capacitación y apoyo en la esfera del control integrado del cáncer para hacer frente a la creciente carga que representa esta enfermedad.