¿Cómo bajar de peso? Un estudio revela la relación entre ejercicio físico y peso

La primera decisión de muchas de las personas que intentan perder peso es inscribirse en un gimnasio y comenzar un régimen intensivo de ejercicios, con la esperanza de obtener resultados a corto plazo. Sin embargo, muy a su pesar, este método no da resultado en todos los casos. ¿Se ha preguntado por qué?

Según un estudio, para algunos, especialmente quienes tienen kilos de más, las dietas son más eficaces que el ejercicio físico para bajar de peso (Fotografía: Freepik)

La primera decisión de muchas de las personas que intentan perder peso es inscribirse en un gimnasio y comenzar un régimen intensivo de ejercicios, con la esperanza de obtener resultados a corto plazo. Sin embargo, muy a su pesar, este método no da resultado en todos los casos. ¿Se ha preguntado por qué?

En un estudio reciente, en el que se utilizó la Base de Datos de Agua Doblemente Marcada del OIEA, se analiza cuán eficaz es el ejercicio físico para bajar de peso. Los resultados no son tan sencillos como cabría esperar.

“Entre los inscritos a programas de ejercicio pensados para perder peso, la mayoría pierden un poco, algunos mucho, pero hay unos pocos, lamentablemente, que aumentan de peso”, explica John Speakman, profesor del Instituto Shenzhen de Tecnología Avanzada y de la Universidad de Aberdeen, en una entrevista para el MailOnline. El Sr. Speakman es el presidente del Grupo de Gestión de la Base de Datos de Agua Doblemente Marcada y uno de los autores del estudio, y confirma lo que muchos ya venían sospechando: las calorías que vemos en la pantalla de las bicicletas estáticas no corresponden realmente a las calorías que el cuerpo quema.

Según el estudio publicado en la revista Current Biology, las personas con un índice de masa corporal normal (entre 18,5 y 24,9) compensan un 28 % de las calorías quemadas durante el ejercicio, lo que significa que solo pierden el 72 % de esas calorías durante el día. No obstante, esa proporción empeora aún más con la edad y el peso; aquellos con un índice de masa corporal más elevado solo pierden el 51 % de las calorías que queman con el ejercicio. El estudio reafirma que cada persona usa la energía de manera diferente y que a las personas con obesidad les puede resultar más difícil bajar de peso porque sus cuerpos son muy eficientes en conservar depósitos de grasa.

“Hay muchos beneficios para la salud si se es más activo y se hace ejercicio, pero limitarse a hacer ejercicio no ayuda a perder peso”, dice Alexia Alford, especialista en nutrición del OIEA y coautora del estudio. Algunas recomendaciones para perder peso no tienen en cuenta que el cuerpo puede quemar menos calorías en algunas funciones vitales para compensar las quemadas durante el ejercicio.

“Al aumentar la actividad física, el cuerpo compensa en otros aspectos y reduce las calorías quemadas en la respiración, la digestión, el movimiento y en el mantenimiento y funcionamiento generales del organismo. Esta suma puede ser bastante elevada”, explica. La Sra. Alford recomienda no depender únicamente del ejercicio para perder peso. En su lugar, sugiere un estilo de vida equilibrado desde todos los puntos de vista. Según ella, la dieta es fundamental para producir el déficit de calorías que da lugar a la pérdida de peso. Sus consejos, así como las conclusiones del estudio, provienen de datos obtenidos mediante una técnica nuclear que usa el agua doblemente marcada y que se publicaron en una base de datos del OIEA.

Uso de una base de datos de agua doblemente marcada

Se denomina “agua doblemente marcada” al agua enriquecida con una cantidad determinada de dos isótopos estables (es decir, no radioactivos e inocuos): el deuterio y el oxígeno 18. Los científicos dieron de beber esta agua a los participantes del estudio y analizaron su orina por un período de 7 a 14 días. Gracias a ello, les fue posible calcular cuánta energía habían gastado. Esta técnica tiene la ventaja de que el participante puede llevar una vida normal durante el estudio y permite calcular las calorías que se queman con el ejercicio y el metabolismo del cuerpo en general.

El uso del agua doblemente marcada para estudiar el gasto de energía total del organismo no es una novedad. Sin embargo, debido al elevado costo del oxígeno 18 y de las máquinas que se usan para medirlo, los estudios previos habían sido a pequeña escala. En 2018, un grupo de investigadores especializados en agua doblemente marcada contactó al OIEA con el deseo de divulgar sus datos y, por ese motivo, se creó la Base de Datos de Agua Doblemente Marcada. Hoy, la base de datos contiene información de más de 7600 fuentes, lo que la convierte en la más amplia colección de este tipo.

Para acceder gratuitamente a la base de datos, los investigadores deben pedir la autorización al Grupo de Gestión mediante una solicitud clara y puntual. La base de datos contiene diversos tipos de información, incluidos datos de atletas, corredores que entrenan en altitudes elevadas, pacientes con cáncer y personas que viven con parálisis cerebral. Debido a que la mayoría de los datos provienen de estudios realizados en los Estados Unidos y Europa, el OIEA está intentando ampliar la información con datos de otras regiones, como América Latina, y en 2022 emprenderá un proyecto coordinado de investigación con el que se recabarán más datos de diferentes países.

“La base de datos es un valioso recurso para mejorar nuestra comprensión del funcionamiento del cuerpo humano. Este estudio sobre el ejercicio es un excelente ejemplo; mientras que la mayoría de los estudios que emplean el agua doblemente marcada incluyen a unos 30 participantes, este estudio contó con más de 1600, de modo que los datos son muy sólidos”, dijo la Sra. Alford. “La información de la Base de Datos de Agua Doblemente Marcada del OIEA es un diamante en bruto, por lo que animamos a los investigadores a que se pongan en contacto con nosotros para acceder a su contenido y a que contribuyan con sus propios datos”.

Answers in a DLW database

DLW is the name given to water rich with a known amount of two stable (i.e. non-radioactive and harmless) isotopes: deuterium and oxygen-18. By measuring a study subject’s urine over a period of 7 to 14 days after drinking DLW, researchers can very accurately calculate a person’s total energy expenditure. The technique is superior to others in that it allows study subjects to continue to live their normal lives and accounts for calories burned both in activities and generally by the body’s metabolism.

Using DLW for studying a body’s total energy expenditure isn’t new, but the high cost of oxygen-18 and the machines to measure it, has meant studies have been small scale. In 2018, the IAEA was approached by a group of DLW investigators that wanted to make their datasets more widely available, and the IAEA DLW Database was developed. Today, the database has DLW data from over 7,600 people making it by far the world’s largest collection of such data.

Free and accessible to researchers with clear and defined research questions approved by the management group, the IAEA DLW Database has a diverse spread of data that includes athletes and high altitude runners, cancer patients and people with cerebral palsy. Most of the data comes from studies conducted in Western countries, such as the United States and the Netherlands, so the IAEA is looking to expand the data set even further with data from Asia, Africa, and Latin America, and in 2022 will start a coordinated research project that will add more lower-income country data.

“Our database is an invaluable asset towards better understanding how the human body functions. This exercise study is a great example; whereas most DLW studies generally involve about 30 subjects, the exercise study had over 1,600, making the data very robust,” said Alford. “The data in the IAEA DLW database is an untapped treasure trove, and we encourage researchers to reach out to us to gain access to its contents, and contribute their own datasets.”