
En este número del Boletín del OIEA mostramos cómo la labor relacionada con las enfermedades zoonóticas que llevan a cabo nuestros laboratorios en Seibersdorf (Austria) está teniendo un impacto en todo el mundo.
El mundo ha sido testigo de muchas epidemias, desde diversos tipos de gripe hasta el tifus, pero en tiempos modernos ninguna ha causado tantas perturbaciones a escala mundial como la pandemia de COVID-19.
Los alimentos aportan al cuerpo humano los nutrientes esenciales para la vida, pero un alimento contaminado por agentes patógenos, incluidos los de origen zoonótico, puede debilitarnos o incluso acabar con nosotros. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de enfermedades debidas a la ingesta de alimentos contaminados por bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas supera las 200.