El OIEA presta apoyo a los Estados Miembros en la aplicación del Acuerdo de París sobre el cambio climático

Artículo del Boletín del OIEA

Por conducto de un proyecto coordinado de investigación (PCI), el OIEA se ha asociado con 12 Estados Miembros para desarrollar estrategias efectivas de mitigación del cambio climático.

Central nuclear en construcción en China. (Fotografía: C. Brady/OIEA)

Por conducto de un proyecto coordinado de investigación (PCI), el OIEA se ha asociado con 12 Estados Miembros para desarrollar estrategias efectivas de mitigación del cambio climático. La finalidad del PCI es prestar apoyo en las evaluaciones nacionales de la función que puede desempeñar la energía nucleoeléctrica en la tarea de mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), como parte de la preparación de las estrategias nacionales en virtud del Acuerdo de París, alcanzado en 2015 por las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

“Se trata de examinar cómo la energía nucleoeléctrica, junto con otras fuentes de energía de baja emisión de carbono, puede contribuir en los próximos decenios a alcanzar los objetivos de energía y desarrollo de cada Estado Miembro”, explica Hal Turton, economista del OIEA especializado en energía.

Este PCI se basa en iniciativas anteriores, entre ellas, un proyecto realizado entre 2006 y 2009 en el que se prestó apoyo a los Estados Miembros con las estrategias de mitigación de los GEI y las opciones energéticas para lograr los objetivos del Protocolo de Kyoto para 2008-2012.

Uno de los objetivos principales del Acuerdo de París es limitar el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales y, de ser posible, por debajo de 1,5 °C. Si bien supone un desafío, este objetivo es técnicamente factible, pero las políticas climáticas actuales dejarían el planeta en 2100 con unas temperaturas mundiales entre 2,6 °C y 4,0 °C por encima de los niveles preindustriales, según Climate Action Tracker (Seguimiento de la Acción por el Clima). Aun con las promesas ya realizadas por las Partes en el Acuerdo de París, el aumento podría llegar a alcanzar los 3,2 °C hasta 2100. Los grupos de investigación nacionales que participan en el PCI están evaluando los avances de cada país en el sector de la energía y analizando las opciones para frenar el aumento de la temperatura mundial.

Fomento del intercambio de conocimientos

En el marco de este PCI, el OIEA respalda el intercambio de información y experiencias acogiendo periódicamente reuniones para coordinar las investigaciones. Estas reuniones han permitido analizar a fondo la elaboración de las estrategias energéticas nacionales, así como el intercambio de información entre los Estados Miembros y expertos del OIEA y de otras organizaciones.

La segunda de tres reuniones tuvo lugar en junio de 2018 en Viena, coincidiendo con la fase intermedia del PCI. Los grupos de investigación realizaron presentaciones sobre las políticas, los avances en las investigaciones y los resultados preliminares. Muchos grupos están utilizando los instrumentos de planificación energética establecidos que ha desarrollado el OIEA para explorar vías de energías alternativas adaptadas a sus condiciones específicas. El PCI culminará con una tercera y última reunión a finales de 2019 en la que los países participantes presentarán sus conclusiones detalladas sobre el papel que podría desempeñar la energía nuclear en la mitigación del cambio climático a escala nacional durante los próximos decenios.

Se prevé que tanto los resultados específicos como la base que este PCI sentará contribuyan a la formulación y el examen periódico que se están realizando de las contribuciones determinadas a nivel nacional en virtud del Acuerdo de París.

“El PCI ha sido una excelente plataforma que ha propiciado la investigación sobre la energía nucleoeléctrica en Sudáfrica y la reflexión al respecto”, sostiene Tara Caetano, investigadora superior del Centro de Investigaciones Energéticas del país. Las reuniones anuales del PCI ofrecen una plataforma en la que dar a conocer la labor de los investigadores, lo que les permite aprender de los demás y de sus respectivas experiencias nacionales, añade.

Utilización de los instrumentos del OIEA para la mitigación del cambio climático y la planificación energética

Los instrumentos desarrollados por el OIEA ayudan a los Estados Miembros —incluidos los que participan en el PCI— a evaluar distintas opciones y estrategias para su sector de la energía, incluida la función que puede desempeñar en el futuro la energía nucleoeléctrica.

“En el pasado, Croacia ha participado en diversas actividades del OIEA y se ha beneficiado de ellas, y ha logrado mejorar sus capacidades de planificación energética y utilizar los instrumentos del OIEA para evaluar los sistemas de energía”, dice Mario Tot, Asesor del Instituto de Energía de Croacia. “Aprendemos de los demás y contribuimos a su beneficio”.

Durante los últimos 40 años, el OIEA ha desarrollado un conjunto de instrumentos analíticos que incluyen:

  • EBS (Estudio sobre el Equilibrio Energético): para facilitar la recopilación y la organización de datos sobre la energía;
  • MESSAGE (Modelo de Opciones Estratégicas de Suministro de Energía y Repercusiones Ambientales Generales): para analizar las estrategias de suministro energético;
  • MAED (Modelo para el Análisis de la Demanda de Energía): para estudiar la demanda de energía futura;
  • WASP (Lote de Programas Wien para la Planificación de Sistemas Automáticos): para planificar la expansión del sector energético;
  • FINPLAN (Análisis Financiero de Planes de Expansión del Sector Eléctrico): para evaluar las repercusiones financieras de un proyecto sobre electricidad;
  • SIMPACTS (Enfoque Simplificado de Estimación de las Repercusiones de la Generación de Electricidad): para analizar los efectos de un proyecto sobre electricidad en la salud humana y la agricultura;
  • ISED (Indicadores del desarrollo energético sostenible): para analizar y monitorizar estrategias de desarrollo energético sostenible;
  • CLEW (El clima, la tierra, la energía y el agua): para analizar la interacción entre sistemas de recursos clave.

Este artículo se publicó en el Boletín del OIEA de septiembre de 2018, titulado La tecnología nuclear y el clima: Mitigación, monitorización y adaptación

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Central nuclear de Barakah (Emiratos Árabes Unidos). (Fotografía: OIEA)

Fostering knowledge exchange

As part of this CRP, the IAEA supports the exchange of information and experience by hosting regular research coordination meetings. These meetings have facilitated extensive discussions on the development of national energy strategies, as well as information exchange between Member States and experts from the IAEA and other organizations.

The second of three meetings took place in Vienna in June 2018, marking the halfway stage of the CRP. Research teams gave presentations on policies, research progress and preliminary results. Many teams are using the established energy planning tools developed by the IAEA to explore alternative energy pathways suited to their unique conditions. The CRP will culminate with a third and final meeting in late 2019, where participating countries will present their detailed findings on the potential role of nuclear energy in national climate change mitigation over the coming decades.

Both the specific results and the foundation provided by this CRP are expected to contribute to the ongoing formulation and regular review of nationally determined contributions (NDCs) under the Paris Agreement.

“The CRP has been an excellent platform to drive and reflect on research on nuclear power in South Africa,” said Tara Caetano, a senior researcher at the country’s Energy Research Centre. The CRP annual meetings provide a platform to share researchers’ work, enabling them to learn from others and their respective country experiences, she added.

Use of IAEA tools for climate change mitigation and energy planning

Tools developed by the IAEA are helping Member States — including those participating in the CRP — to assess various options and strategies for their energy sector, including the role nuclear power can play in the future.

“In the past, Croatia has participated in and benefited from various IAEA activities and managed to enhance its energy planning capabilities and deploy the IAEA energy system assessment tools,” said Mario Tot, advisor at the Croatian Energy Institute. “We learn from others and we contribute for the benefit of others.”

Over the last four decades, the IAEA has developed a suite of analytical tools that include:

  • EBS: (Energy Balance Studio) – to facilitate collection and organization of energy data;
  • MESSAGE: (Model for Energy Supply System Alternatives and their General Environmental Impacts) – to analyse energy supply strategies;
  • MAED: (Model for Analysis of Energy Demand) – to study future energy demand;
  • WASP: (Wien Automatic System Planning Package) – to plan power sector expansion;
  • FINPLAN: (Financial Analysis of Electric Sector Expansion Plans) – to assess financial implications of a power project;
  • SIMPACTS: (Simplified Approach for Estimating Impacts of Electricity Generation) – to analyse impacts on human health and agriculture of a power project;
  • ISED: (Indicators for Sustainable Energy Development) – to analyse and monitor sustainable energy development strategies;
  • CLEW: (Climate, Land use, Energy and Water) – to analyse interactions among key resource systems.

The Paris Agreement and the essential role nuclear power has to play for the targets set to be met is a topic experts discussed during the IAEA's 2018 Scientific Forum. For more information about the Forum, titled Nuclear Technology for Climate: Mitigation, Monitoring and Adaptation, click here.

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Barakah nuclear power plant, United Arab Emirates. (Photo: IAEA)