La NFA se remonta a fines de la década de 2000. A raíz de la iniciativa presentada en 2006 por el Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en relación con los enfoques multilaterales sobre la garantía de suministro, el 27 de agosto de 2009 el OIEA recibió del Representante Residente del Reino Unido un informe titulado “Avances de la propuesta presentada por el Reino Unido relativa a una garantía de combustible nuclear (NFA) basada en la no interrupción de los contratos comerciales de servicios de enriquecimiento”.
El Reino Unido propuso el concepto de la NFA basándose en el principio de no injerencia de los gobiernos en los contratos vigentes con proveedores de servicios de combustible. Esta es una manera de asegurar la continuación de esos servicios en el caso de que quedaran interrumpidos de cualquier otro modo.
El 10 de marzo de 2011 la Junta de Gobernadores del OIEA aprobó una propuesta del Reino Unido por la cual se intentaba garantizar el suministro continuo de combustible nuclear para abastecer electricidad a un país si el suministro se viera interrumpido por motivos políticos.
A diferencia de otras iniciativas sobre la creación de reservas de uranio poco enriquecido (el Banco de UPE del OIEA y una instalación de la Federación de Rusia) y de la propuesta de Alemania de establecer un acceso independiente a los servicios de enriquecimiento (el proyecto de refugio multilateral de enriquecimiento), la propuesta del Reino Unido no contempla la creación de una reserva de combustible, sino la concertación de un acuerdo contractual entre un país proveedor y un país receptor por el que se garantice la continuidad del suministro. De esa forma ni el Estado proveedor ni el Estado receptor incurrirían en costos adicionales.