Las prácticas agrícolas sostenibles desarrolladas con ayuda de las técnicas nucleares y otras técnicas conexas ayudan a los agricultores a conservar los recursos hídricos, del suelo y de los cultivos, proteger las plantas de plagas nocivas de insectos y producir más alimentos utilizando nuevas variedades de plantas que son resistentes a las enfermedades y sobreviven a los cambios en las condiciones climáticas, como la sequía y el aumento de la salinidad del suelo. Otros métodos ayudan a los agricultores a proteger la salud de su ganado y a mejorar la reproducción animal y las prácticas de reproducción conservando al mismo tiempo los recursos naturales.
Mediante el enfoque basado en la cadena alimentaria, el OIEA y la FAO ayudan a los países a emplear las técnicas nucleares y otras técnicas conexas a lo largo de la cadena de producción de alimentos. Las técnicas nucleares como la irradiación pueden, durante el proceso de preparación de los productos alimentarios para el consumo, ayudar a proteger la calidad de los alimentos, aumentar su tiempo de almacenamiento y garantizar su inocuidad. Estas técnicas pueden utilizarse también para inspeccionar los alimentos a fin de comprobar que no contengan contaminantes y garantizar su autenticidad para evitar el fraude alimentario. Además, facilitan las exportaciones, lo que contribuye a incrementar los ingresos de los agricultores y a mejorar la economía nacional.