Mejora de la protección radiológica en los procedimientos médicos que utilizan fluoroscopia

Los procedimientos mínimamente invasivos guiados por imágenes, que entrañan menos riesgos que la cirugía tradicional, hospitalizaciones más cortas y una recuperación más rápida, se utilizan cada vez con más frecuencia en todo el mundo. En 2020 se realizaron en total 24 millones de procedimientos de este tipo, lo que representa un aumento de más del séxtuple desde 2008. Sin embargo, puede haber un problema: si no se toman las precauciones adecuadas, los pacientes y el personal médico pueden verse expuestos de manera innecesaria a la radiación de los rayos X que el personal médico utiliza durante la fluoroscopia para “ver” lo que está haciendo dentro del cuerpo.

La fluoroscopia es un procedimiento mediante el cual se visualiza en un monitor una radiografía en tiempo real producida por rayos X que atraviesan el cuerpo. La protección radiológica de los pacientes y del personal médico durante este procedimiento es primordial.(Fotografía: Desislava Kostova-Lefterova, Hospital Nacional de Cardiología, Sofía (Bulgaria))

Los procedimientos mínimamente invasivos guiados por imágenes, que entrañan menos riesgos que la cirugía tradicional, hospitalizaciones más cortas y una recuperación más rápida, se utilizan cada vez con más frecuencia en todo el mundo. En 2020 se realizaron en total 24 millones de procedimientos de este tipo, lo que representa un aumento de más del séxtuple desde 2008. Sin embargo, puede haber un problema: si no se toman las precauciones adecuadas, los pacientes y el personal médico pueden verse expuestos de manera innecesaria a la radiación de los rayos X que el personal médico utiliza durante la fluoroscopia para “ver” lo que está haciendo dentro del cuerpo.

“Hemos detectado nuevos desafíos en materia de protección radiológica debido a los avances técnicos y al aumento de la complejidad de estos procedimientos, así como posibles lagunas en materia de orientación y capacitación para mejorar la protección radiológica de los pacientes y el personal”, declaró Jenia Vassileva, Especialista en protección radiológica del OIEA.

La fluoroscopia es un procedimiento mediante el cual se visualiza en un monitor una radiografía en tiempo real producida por rayos X que atraviesan el cuerpo.

En una reunión celebrada recientemente por el OIEA, como parte del apoyo que presta a la comunidad médica, más de 100 expertos de 42 países y 18 organizaciones internacionales y organismos profesionales discutieron los progresos en materia de protección radiológica y los retos que se plantean durante los procedimientos de intervención guiados por fluoroscopia. Hicieron hincapié en las formas de mejorar la protección radiológica de los pacientes y el personal médico cuando se aplican esos procedimientos, que pueden causar lesiones en la piel a los pacientes y cataratas por irradiación al personal médico que los realiza.

Gestión de la protección radiológica de los pacientes y el personal médico

A menudo, los efectos deterministas son solo el enrojecimiento de la piel o la pérdida de cabello, pero, en unos pocos casos, se pueden presentar reacciones más graves, como úlceras o necrosis cutánea, a veces semanas, meses o incluso años después.

“Los factores asociados con las dosis elevadas son la talla del paciente y la complejidad médica del procedimiento, pues cuando son grandes se requiere una fluoroscopia prolongada; sin embargo, en la mayoría de los casos, los efectos deterministas graves no intencionados se deben a la falta de conocimientos y de conciencia del operador”, dijo el presidente de la reunión, Stephen Balter, Profesor de Radiología Clínica y Medicina de la Universidad de Columbia (Estados Unidos de América).

“Llevó más de un año descubrir que el procedimiento de fluoroscopia prolongado me había causado la lesión y pasé más de 15 meses sin dormir más de dos horas seguidas. El dolor era indescriptible”, dice Hal Workman, un paciente que sufrió una lesión cutánea grave como consecuencia de una intervención cardíaca realizada hace 14 años.

Los participantes también tomaron conocimiento de los últimos avances en tecnología de fluoroscopia, incluido un tipo de cartografía de las dosis en la piel en que las dosis de radiación se distribuyen visualmente en color o en escala de grises. Esto proporciona a los operadores información para hacer un seguimiento de la dosis y así ajustar mejor el procedimiento y no lesionar la piel del paciente.

“Tras 20 años de esfuerzos, se han reducido drásticamente los casos de lesiones cutáneas”, dijo el Sr. Balter. “Eso se debe principalmente a las mejoras introducidas en los equipos de fluoroscopia y en los dispositivos médicos utilizados para estos procedimientos”. El Sr. Balter resaltó que es importante planificar, especialmente en el caso de los pacientes con obesidad y de los que se someten a múltiples procedimientos, y vigilar constantemente la dosis administrada y hacer un seguimiento proactivo de las reacciones cutáneas que pueden aparecer cuando sea necesario utilizar una cantidad considerable de radiación en un procedimiento complejo.

Además, en muchos países sigue siendo difícil hacer un seguimiento de las dosis que recibe el personal médico. Los esfuerzos para aumentar la protección radiológica incluyen, por ejemplo, el uso de dosímetros electrónicos en tiempo real, sistemas de video para el seguimiento automático del personal y simuladores virtuales.

La Sra. Vassileva dijo que la concienciación del personal médico sobre la protección radiológica también contribuiría en gran medida a reducir la exposición de dicho personal y de los pacientes. Los participantes en la reunión afirmaron que la capacitación en video orientada a la práctica, como los nuevos tutoriales prácticos del OIEA sobre protección radiológica en procedimientos de intervención, es eficaz en ese sentido.

Estudio del OIEA para aumentar la conciencia

Para colmar las lagunas existentes en los datos sobre los efectos deterministas en los pacientes y comparar las prácticas a nivel internacional, el OIEA ha puesto en marcha un estudio internacional sobre las dosis que reciben los pacientes y los efectos deterministas de los procedimientos de intervención guiados por fluoroscopia.

“Nuestro objetivo es recopilar datos a escala global, lo que nos ayudará a actualizar los valores de las dosis que se utilizan para iniciar los procedimientos de seguimiento de los pacientes que corren el riesgo de presentar reacciones en la piel”, dijo la Sra. Vassileva.

 

 

Management of radiation protection of patients and medical staff

Often tissue reactions are skin reddening or loss of hair only, but, in a few cases, particularly when higher doses are applied, more severe reactions such as ulceration or dermal necrosis can arise, sometimes weeks, months of even years later.  

“Factors associated with such high doses are patient size and the medical complexity of the procedure, which require prolonged fluoroscopy; but in most cases unintended severe tissue reactions occur as a result of the lack of knowledge and awareness of the operator,” said the meeting’s Chair Stephen Balter, a Professor of Clinical Radiology (Physics) and Medicine at Columbia University in New York, USA.

Hal Workman, a patient who had suffered from dire skin injury as a result of a cardiac intervention 14 years ago, said: “It took more than a year before anyone could identify that my prolonged fluoroscopy procedure caused my injury, and for over 15 months I had no more than two hours of sleep at any one time. This was the worst pain you can imagine.”

Participants also learned about the latest developments in fluoroscopy technology such as a type of skin dose map with a colour or a grey-scale visual distribution of radiation dose to the patient skin. This provides operators information on dose monitoring in order to better adjust the procedure’s settings and avoid skin injury to the patient.

“Twenty years of effort has resulted in a dramatic reduction of cases of skin injuries,” said Balter. “Improvements in fluoroscopic equipment and in the medical devices used for these procedures are major contributors.  In our lab, we pay attention to the skills and competence of the medical staff, as well as to our protocols.” He emphasised that it is important to plan, especially for patients with obesity and those undergoing multiple procedures, and to constantly monitor the dose delivered and proactively follow-up for possible skin reactions when a substantial amount of radiation needs to be used in a complex procedure.

Monitoring doses to medical staff is still a challenge in many countries as well. Efforts to increase radiation protection involve, for example, the use of real time electronic dosimeters, video systems for automatic tracking of staff and virtual simulators. “Doses to the medical staff can also be recorded in the IAEA’s international database ISEMIR-IC to benchmark and optimize practice,” Vassileva said.

Raising awareness among medical staff about radiation protection would already go a long way towards decreasing exposure of staff and patients, she added. Meeting participants said that practice oriented trainings using videos, such as the new IAEA practical tutorials on Radiation protection in interventional procedures, are effective in this regard.

IAEA study to increases awareness

To bridge the existing gaps in data on tissue reactions in patients, and to compare practices internationally, the IAEA has launched an international study of patient doses and tissue reactions from fluoroscopy guided interventional procedures.

“This project will study the frequency of appearance of tissue reactions and the relationship between them and associated factors such as, for example, dose parameters from interventional procedures,” said Vassileva. “Our goal is to collect data globally, which will help to update dose values used to initiate follow up procedures of a patient at risk for skin reactions. This will also help the IAEA to make necessary development of the IAEA voluntary reporting system SAFRAD (Safety in Radiological Procedures).”

To participate in this year-long study, medical facilities need to complete this online feedback form by the end of April. Existing local, national or regional organizations that are interested to submit data from their registries can contact the IAEA through patient-protection.contact-point@iaea.org

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