En esta publicación se enuncia el objetivo fundamental de la seguridad y los diez principios de seguridad conexos y se describe brevemente su propósito. El objetivo fundamental de la seguridad —proteger a las personas y el medio ambiente contra los efectos nocivos de la radiación ionizante— se aplica a todas las circunstancias en que se planteen riesgos radiológicos. Los principios de seguridad se aplican, según corresponda, durante toda su vida útil, a la totalidad de las instalaciones y actividades, existentes y nuevas, utilizadas con fines pacíficos, y a las medidas protectoras destinadas a reducir los riesgos radiológicos existentes. Constituyen la base de los requisitos y medidas de protección de las personas y el medio ambiente contra los riesgos radiológicos, así como de la seguridad de las instalaciones y actividades que den lugar a ese tipo de riesgos, en particular, de las instalaciones nucleares y los usos de la radiación y de las fuentes radiactivas, del transporte de material radiactivo y de la gestión de los desechos radiactivos.
