Los reguladores nucleares y los explotadores de instalaciones nucleares se encargan de evitar accidentes o prácticas que podrían acabar contaminando el medio ambiente. Las normas de seguridad del OIEA, si se aplican de manera adecuada, ofrecen la infraestructura reglamentaria y técnica precisa para prevenir esas situaciones.
No obstante, en los casos en que no pueda evitarse la contaminación radiactiva del medio ambiente, es posible aplicar los requisitos de seguridad del OIEA para rehabilitar las zonas contaminadas. Este es un proceso sistemático que consiste en:
- atender inmediatamente las cuestiones de seguridad;
- hacer una caracterización radiológica y una evaluación de la seguridad de las zonas contaminadas;
- llevar a cabo estudios de viabilidad para definir opciones de rehabilitación;
- planificar con fines de rehabilitación;
- poner en práctica soluciones de rehabilitación optimizadas, y
- gestionar las zonas contaminadas tras la rehabilitación.
A fin de reducir la exposición a la radiación, han de eliminarse o inmovilizarse los radionucleidos y modificarse las vías de exposición para que la población no entre en contacto con la contaminación radiactiva.